La alta efectividad del Coaching como proceso conversacional para el aprendizaje de individuos, equipos y organizaciones, hace que la palabra coaching esté más que de moda; y en consecuencia, se estén presentando prácticas indiscriminadas en el mercado; siendo fatal lo que se está haciendo en nombre del coaching, por parte de personas y empresas sin la ética y formación requerida para entregar los servicios que ofrecen.
A “todo lo están llamando coaching” como estrategia comercial y de actualización de muchas propuestas vacías, que realmente no se fundamentan en el coaching y tienen urgencia de ser vendidas.
Hoy en día, se hace prioritario evidenciar a las personas y organizaciones, que es y que no es Coaching Profesional. Presentar las escuelas acreditadas con sus programas formativos serios y estructurados.
Habitualmente la mejor forma de apreciar el valor de la luz es en medio de las oscuridades y sombras; hoy con este desafío, hay muchas sombras frente al rol de nuestra profesión de Coaches; es hora de que fluyamos con mayor potencial como profesionales del Coaching preparados, certificados competentes, éticos, en continua formación y con la firme convicción de servicio al mundo.